miércoles, 9 de junio de 2010

Si no las quieres, las dejas

Yo no soy muy fan de las ensaladas típicas con lechuga,  pero me encanta mezclar ingredientes que encuentro en la nevera y la despensa, en la mía nunca faltan unas buenas lentejas ya cocidas. Ahora que llega el buen tiempo no hay ganas de perder el tiempo en casa cocinando, así que prefiero hacer recetas sencillas. En mi recetario personal tengo una receta muy energética y sobre todo muy fácil de preparar (no sé si en este caso llega a categoría de receta).

Lentejas con jamón
Ingredientes para 2 personas
400g de lentejas cocidas
1 huevo
4-6 lonchas de jamón serrano
1-2 tomates
Aceite y sal.

Preparación
Dejas las lentejas a temperatura ambiente y las pones en un bol o bandeja.
Preparas el huevo duro, esto es poner el huevo en agua hirviendo 10-15 minutos.
Cortas el jamón a trocitos. Retiras la cáscara del huevo y lo cortas a dados. Pelas el tomate y lo cortas a dados. Añades los ingredientes a las lentejas. 
Echa un buen chorro de aceite de oliva virgen y sal al gusto.

Consejos útiles
Si te has quedado corto con la cantidad o te ha sobrado, puedes hacer un poco de arroz blanco (basmati o redondo) y lo añades a las lentejas, así tienes otra versión todavía más nutritiva.

Consejos de salud
Las lentejas tienen muchas calorías, pero no debe ser un alimento restrictivo en dietas de adelgazamiento, ya que poseen muy poca grasa y el poder calórico procede de su riqueza en hidratos de carbono, que proporcionan una gran saciedad.

Las lentejas ayudan ante las enfermedades cardiacas ya que disminuyen los niveles de colesterol y grasas debido a su contenido en fibra y, como hemos dicho antes, su bajo contenido en grasa.

Es buena fuente de hierro, por ello es bueno para prevenir la aparición de anemia. A pesar de su fama no aporta más hierro que otras legumbres, las habas o los garbanzos contienen más hierro, incluso la soja.
 
Son aconsejables para los vegetarianos, al ser buena fuente de proteínas, sobre todo si se combinan con arroz.

Las lentejas son ricas en ácido úrico y purinas, por lo tanto deberán comerlas con prudencia aquellas personas que estén haciendo dieta para artritis, artrosis, arteriosclerosis y gota.

Información  extraída de Puleva Salud y de  En buenas manos.