lunes, 9 de agosto de 2010

Ensalada de verano

Para una comida de verano os recomiendo una típica ensalada catalana. A pesar de ser una ensalada no es muy ligerita, más bien al contrario, ya que el ingrediente principal son las judías blancas, per es un plato muy completo.

Empedrat
Ingredientes para 2 personas:

400g de judías blancas cocidas
200g de bacalao salado ("esqueixat")
1 tomate maduro
1/2 pimiento rojo
1/2 cebolla
aceitunas
sal y aceite de oliva

Preparación:
Poner las judías cocidas en una ensaladera. 
Trocear el tomate, la cebolla y el pimiento y añadir a las judías. 
Añadir el bacalao una vez esté desalado y desmenuzado. Añadir las aceitunas.
Añadir sal y aceite al gusto.

Consejos útiles:
Judías: os aconsejo comprarlas ya cocidas para ahorraros el trabajo de cocerlas. Podéis comprarlas en el supermercado en conservas o en el mercado. Aprovechad para comprar unas buenas aceitunas.
Bacalao: podéis comprarlo ya desmenuzado (esqueixat) o seco. Si lo compráis seco tendréis que remojarlo para desalarlo durante unas horas (mínimo unas 3 horas, mejor toda la noche) y cambiarle el agua 3 veces. Después tendréis que desmenuzarlo con las manos para conseguir pequeñas tiras.

Consejos de salud:
El bacalao es un pescado blanco y por tanto posee un bajo contenido graso. Su carne es rica en proteínas de alto valor biológico y además posee variedad de vitaminas y minerales. Entre las vitaminas destacan las del grupo B, aunque en poca cantidad. 

En relación con los minerales, destaca la presencia de potasio y fósforo. El potasio es un mineral necesario para el buen funcionamiento del sistema nervioso y la actividad muscular e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula, mientras que el fósforo está presente en huesos y dientes, interviene en el sistema nervioso y en la actividad muscular, y participa en procesos de obtención de energía.
El bacalao salado aporta cantidades extraordinarias de sodio, dado que se utiliza la sal como conservante; hasta 8000 mg/100 g; que se puede reducir a la mitad si se pone a remojo. Por tanto, las personas con hipertensión o con problemas de retención de líquidos pueden consumir bacalao fresco y conviene que no incluyan en su dieta bacalao salado.

Información extraída de Consumer.